Las experiencias en cada puerto van a ser inolvidables. Y es que además de disfrutar de las actividades y comodidades que te ofrece el crucero y su tripulación durante los días de navegación, las paradas en los puertos más interesantes van a ser parte de la aventura. Ciudades monumentales, repletas de vida y patrimonio te darán la bienvenida.
Otro de los rincones destacados de esta parada del crucero es el Puente del Diablo, un acueducto romano muy bien conservado que suministraba agua desde el río Francolí a la ciudad de Tarraco hasta el siglo XVII. Asimismo, está situado a las afueras de Tarragona y posee dos niveles con arcos.
El circo romano, construido a finales del siglo I, fue sede de juegos teatrales, juegos del circo y carreras de cuadriga y bigas hasta el siglo V. A día de hoy se conservan tribunas, bóvedas, puertas, el escenario y estancias. Asimismo, se pueden visitar la cabecera oriental y varias vueltas internas que soportaban el graderío superior.
El Mercado Central de Tarragona es un edifico de estilo modernista inaugurado en 1915 con las dos fachadas principales compuestas por tres arcos de medio punto. Asimismo, alberga exquisitos puestos de comida, carnicerías, pescaderías, fruterías y bares de tapas y cerveza.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el anfiteatro de Tarraco es un tesoro arqueológico de la época romana, de finales del siglo II. Y es que este anfiteatro, donde tuvieron lugar peleas de gladiadores y luchas con animales, tenía capacidad para 14.000 personas.