Las experiencias en cada puerto van a ser inolvidables. Y es que además de disfrutar de las actividades y comodidades que te ofrece el crucero y su tripulación durante los días de navegación, las paradas en los puertos más interesantes van a ser parte de la aventura. Ciudades monumentales, repletas de vida y patrimonio te darán la bienvenida.
Ubicado en el casco antiguo de Recife, se encuentra una de las plazas más famosas de la ciudad y también pintorescas, el Patio de Sao Pedro. En esta explanada adoquinada el visitante podrá admirar la fachada de la catedral homónima, de estilo barroco y construida en el siglo XVIII. Además, podrá admirar las bellas casas de colores que bordean la plaza, un lugar ideal para tomarse un tentempié en alguna de sus abarrotadas terrazas.
Si hay una playa famosa en Recife, esta es playa Boa Viagem, un lugar perfecto para admirar el ambiente brasileño de la ciudad. En esta playa existen las piscinas naturales creadas entre el arrecife y la arena. La playa se encuentra en la misma ciudad, por lo que no hay que desplazarse para dar un paseo en ella, o descansar en su arena. En esta playa además de darse un baño según las indicaciones de los socorristas por el peligro que suponen la existencia de tiburones, también se puede hacer buceo entre los arrecifes.
Si hay algo de tiempo antes de que zarpe el crucero, Olinda, un municipio a 9 kilómetros de Recife, es una visita que merece la pena. Este lugar es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por ser un centro cultural de todo el país. Entre sus bellos edificios y arboleda frondosa se puede admirar el pasado glorioso y próspero de esta ciudad.